El núcleo de la tierra siempre ha sido un misterio tanto para los científicos como para el público en general. Sin embargo, los recientes avances en sismología y el uso de otras técnicas nos han permitido comprender mejor este componente crucial de nuestro planeta. En un reciente estudio publicado en Nature Geoscience, un grupo de sismólogos propone una nueva teoría sobre el núcleo de la Tierra que podría cambiar nuestra forma de verlo.
El núcleo de la Tierra es una entidad compleja compuesta de dos partes: el núcleo externo y el núcleo interno. El núcleo externo está compuesto principalmente de hierro y níquel y es líquido, mientras que el núcleo interno es de metal sólido.
Este descubrimiento fue realizado por la sismóloga danesa Inge Lehmann en 1936, y desde entonces ha desconcertado a los científicos. Se sabe que el núcleo de la Tierra desempeña un papel crucial en la generación del campo magnético terrestre, que protege a la vida en la Tierra de las partículas energéticas y radiactivas emitidas por el Sol.
Además, se cree que el núcleo interno es responsable de la orientación y el mantenimiento del campo magnético, y que su estructura y movimiento contribuyen a su funcionamiento. Por ende, el núcleo de la Tierra es una parte vital y fascinante de nuestro planeta que sigue siendo objeto de estudio y análisis por parte de los científicos.
Según el reciente estudio, el núcleo de la Tierra está cambiando su forma de girar, y puede que estemos en medio de uno de estos cambios ahora mismo. El núcleo interno, que es una pesada bola de hierro y níquel, puede cambiar su giro con respecto a la superficie de la Tierra una vez cada varias décadas, aproximadamente cada 70 años. Se trata de un descubrimiento significativo y podría tener importantes implicaciones para nuestra comprensión del planeta.
Uno de los mayores misterios sobre el núcleo de la Tierra es su composición y estructura. El centro de la Tierra se encuentra a más de 6.000 km de profundidad, la zona externa del núcleo se encuentra a unos 3.000 km debajo de la superficie y el agujero más profundo realizado en la superficie tiene una profundidad de sólo 12,3 km por lo que es imposible saber directamente qué hay en su interior. Sin embargo, estudios sobre la gravedad, el campo magnético de la Tierra y las ondas sísmicas energéticas procedentes de terremotos y pruebas con armas nucleares han proporcionado a los científicos cierta información sobre sus propiedades. Los científicos sospechan que la bola de hierro y níquel mide aproximadamente 2.446 km de largo y está casi tan caliente como la superficie del Sol.