Durante años la multinacional suiza Nestlé ha encabezado listas y acusaciones por ser una de las empresas más contaminantes en el mundo. En el año 2019 con un monstruo hecho de plástico la ONG Greenpeace protesto en una de sus compañías pues aseguraban que esta produjo 1,7 millones de toneladas de envases de plástico desechable en 2018, un 13% más que en 2017 y el equivalente a “más de 300 camiones de basura por día durante ese año”. Aunque actualmente la empresa sigue figurando como una de las más contaminantes del mundo ha aumentado su compromiso con el medio ambiente y esperan salir pronto de allí. Han lanzado más de 10 propuestas sostenibles para su funcionamiento, entre ellas sus objetivos de que el 100% de sus envases sean reciclables o reutilizables para el año 2025 y alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050.